** “No os engañéis, Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre siembra eso cosechara” Jamás alguien que sembró una semilla de naranja, se levanto una mañana asombrado de ver que su naranjal le había dado unas deliciosas papayas. Las leyes y principios de la vida son inconmovibles, cada palabra que sale de nuestra boca es como semillas sembradas en tierra fértil, no digamos los actos que cometemos a diario, por eso mismo debemos asegurarnos que lo que hacemos o decimos sean semillas de buena procedencia y sobre todo saber en dónde o en quien las estamos sembrando, porque los sembradores esperan pacientemente el tiempo y el lugar para sembrar, porque saben que lo que siembren en tiempo y lugar correcto es lo que les dará de comer en el futuro, la siembra y la cosecha son partes de una ley irrefutable e inconmovible. A todos nos ha pasado algún día que nos asombramos de lo que hemos sembrado, algunos aun mas erróneos, niegan la posibilidad de haber sido los sembradores de dicha planta, algunas veces amarga y otras acidas, pero casi nunca dulce, porque un buen fruto es notorio desde sus inicios. Quieres saber que sembraste el año pasado? Preguntémosle a los que estén más cercanos a ti, ellos si están sufriendo o disfrutando, de tus frutos.
*** Todos en esta vida sembramos, todos sin excepción . La diferencia entre unos y otros es el resultado de la cosecha, el que escasamente siembra, escasamente segara y viceversa, el primer año de la siembra por lo general no se ven frutos, el siguiente habrá uno que otro, pero al tercer o cuarto año lo que sembraste te puede mantener a ti y hasta los tuyos, (sea bueno o malo, lo que hayas sembrado) ese árbol que sembraste te dará frutos a cada temporada y cada año serán más los frutos y ese árbol tendrá tantas ramas y tanta sombra que cobijara a cada vez más gente, (sea bueno, o sea malo) el árbol crecerá y crecerá, si es bueno tus hijos y los hijos de tus hijos, disfrutaran de su sombra y sus frutos, pero si es malo también. Pueda que si es malo entre tú y los tuyos lo quieran tumbar. Cuando lo decidas cortar, si le cortas las ramas, el próximo año será mayor, si le cortas el tronco aun así saldrán sus retoños y llegara a crecer de nuevo, pero si realmente lo quieres erradicar, lo tendrás que cortar de raíz y no olvides que el tamaño de su follaje es el de sus raíces.
*** Los hombres a diario sembramos sin meditar muchas veces que eso que sembramos un día lo cosecharemos, por eso asegurémonos que lo que sembramos sean frutos agradables y dulces, que den vida a todos los que nos rodean, porque lo seguro es, que esos que están a nuestro lado serán los primeros en probar lo que sembramos y lo que nos sembraron. Si en ti o en mi hoy existe hoy un fruto desagradable, te aconsejo que vayas a la raíz de ese árbol malo y amargo y tu, con tus propias manos lo tales y luego de hacerlo, cabes una zanja desde donde puedas desarraigar esas raíces que dañan a tu tierra y le darán a los tuyos frutos amargos que pudren los dientes.
*** “Bienaventurado el hombre que no anduvo en consejo de malos, que no se detiene en el camino de los malvados, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, más bien en la Ley de Dios esta su delicia y en ella medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de agua, que da fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperara” Saludos sembradores Chapines!!
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